Este es otro caso de clase II pero más severo, por lo que el tratamiento tuvo que empezar ANTES.
Cuando los dientes superiores están tan “salidos” hacia afuera el labio inferior cabe entre los incisivos superiores e inferiores. Eso acentúa todavía mucho más el problema. Además existe un claro riesgo de rotura de los incisivos superiores ante la más mínima caída o golpe por su posición tan desprotegida.
En estos casos hay que actuar rápidamente para hacer lo que llamamos un tratamiento interceptivo, esto es, un tratamiento inmediato que evita que la situación dentaria se descontrole y luego no pueda solucionarse bien.
A veces después hay que completar el tratamiento una vez que se completa el recambio de los dientes, pero el resultado, a la vista está, merece la pena.
¿Te imaginas cómo habría estado este paciente si no se hubiera hecho nada y hubiera seguido empeorando cada vez más durante varios años?